Nantes -Día 3

Isla de Versalles y el Jardín Botánico

"...suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa vientos favorables en tu velamen. Explora. Sueña. Descubre." Mark Twain

Último día en Nantes y aún nos quedaba una parte de la ciudad por recorrer.

Como ya os explicaba en el primer post, es muy fácil recorrer Nantes con nuestro fabuloso mapa para "tontos" donde el recorrido por la ciudad está marcado.

Tras la lluvia del día anterior (o mejor dicho el diluvio, que para saber de lo que os hablo solo hay que hacer clic aquí)  todo estaba resbaladizo, pero no, no empecéis a reír que nadie cayó al suelo, aunque hacer fotos parecía un deporte de riesgo.

Llegamos a la Isla de Versalles en tranvía desde muy cerca del hotel.   

Esta isla artificial se encuentra en el centro de la ciudad. En sus inicios la ocupaban constructores de barco pero en 1983 se convirtió en un Jardín Japonés.

Después del paseo por "Japón" fuimos en barco hasta la orilla izquierda del Loira, al sur de Nantes, donde se encuentra el pintoresco pueblo de Trentemoult, antiguamente un pueblo de pescadores.

Nos encontramos con un lugar tranquilo, con mucho color e ideal para pasear sin prisa por sus estrechas calles. De hecho estaba bastante solitario, cosa que nos extrañó ya que hoy, sí hacía buen día.

Al volver al centro de la ciudad, como si de las baldosas amarillas de Dorothy se tratara, no nos desviamos de nuestra línea verde del magnífico mapa. Así llegamos a la Plaza Royale y su mercado navideño.

Siguiendo nuestro paseo llegamos a la Catederal de Saint Pierre.

Puerta de Saint Pierre

Fue construida emplazando la anterior de estilo más románico dejando ver ahora un estilo más gótico.

Paseando llegamos al Jardín de las Plantas. Un jardín en plena ciudad lleno de invernaderos con mas de 50000 plantas. Este jardín es uno de los 4 jardines botánicos principales de Francia. (no han sido muy originales con el nombre del parque)

Pero a mí lo que me pareció mas curioso y divertido es encontrar la obra de Kinya Maruyama y Claude Ponti.

Sentándote en estos bancos una puede parecer muy pequeña.

O muy grande.

Sin duda me quedo con el banco gigante, mucho mas cómodo.

Hasta aquí nuestra escapada a esta ciudad francesa. 

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